DEVO: Los revolucionarios del arte sonoro y la sátira futurista que cambiaron el rock para siempre al Cruel World

DEVO nació a principios de los años 70 en Akron, Ohio, en plena efervescencia post-industrial y bajo la sombra del escándalo de Watergate y la guerra de Vietnam. Sus fundadores, Mark Mothersbaugh y Gerald Casale, estudiantes de arte, no querían formar una banda cualquiera. Querían crear una experiencia multisensorial basada en el concepto de la de-evolución, una teoría satírica que sugería que, en lugar de evolucionar, la humanidad estaba retrocediendo mental e intelectualmente.

De allí nace el nombre: DEVO, abreviatura de de-evolution. Su mensaje era claro: el mundo moderno estaba regido por la decadencia moral, la repetición absurda y la cultura de consumo. Y ellos se convertirían en el espejo distorsionado de esa realidad.

🔊 Música como manifiesto: de “Jocko Homo” a “Whip It”

La música de DEVO es una mezcla única de rock experimental, sintetizadores robóticos, ritmos mecánicos y letras cargadas de ironía. Su primer gran impacto llegó con el sencillo “Jocko Homo”, cuyo grito de guerra “Are we not men? We are DEVO!” se convirtió en símbolo de su filosofía.

Su álbum debut de 1978, Q: Are We Not Men? A: We Are Devo!, producido nada menos que por Brian Eno, mezcló punk, art rock y electrónica con una estética futurista y absurda que desconcertó y fascinó por igual.

En 1980, DEVO alcanzó la fama masiva con “Whip It”, su mayor éxito comercial. El tema, acompañado de un videoclip icónico, mostraba su lado más accesible sin perder el filo crítico. A partir de ahí, sus discos como Freedom of Choice, New Traditionalists y Oh, No! It’s Devo los consolidaron como pioneros del synth-pop, el techno pop y el new wave.

🧪 Estética, ironía y crítica a la cultura corporativa

Uno de los grandes aportes de DEVO fue su uso de la imagen y el performance como parte integral de su arte. Vestían uniformes industriales, usaban casquetes de energía (los famosos gorros rojos en forma de pirámide invertida) y se movían en el escenario como autómatas.

Todo era una sátira a la homogeneidad, la corporatización del individuo y la falsa promesa del progreso. Su estética no era gratuita: era parte de su crítica. Convirtieron el artificio en discurso y rompieron las barreras entre la música, el arte conceptual y el comentario social.

🤖 Más allá de la música: cine, televisión y cultura pop

DEVO también tuvo un papel clave en otros medios. Participaron en películas, shows de televisión y realizaron videos que anticipaban el formato MTV, mucho antes de que existiera el canal. Sus conciertos eran obras multimedia que integraban video, animaciones, voces pregrabadas y efectos escénicos, lo que los convirtió en referentes para generaciones posteriores de artistas visuales y musicales.

Mark Mothersbaugh, en particular, se convirtió en un prolífico compositor de música para cine y televisión, colaborando en proyectos como Rugrats, The Lego Movie y películas de Wes Anderson.

🔥 Influencia y legado: DEVO como profetas del postmodernismo

La influencia de DEVO es inmensa. Bandas como Nine Inch Nails, Radiohead, Daft Punk, Beck, LCD Soundsystem, Arcade Fire y artistas como St. Vincent han reconocido su huella.

Además, su capacidad para combinar humor negro, crítica social y experimentación sonora los ubica como uno de los primeros colectivos de arte sonoro interdisciplinario, mucho antes de que términos como “performance art” o “música conceptual” fueran comunes en la industria.

En pleno siglo XXI, DEVO sigue vigente. No solo por sus presentaciones esporádicas, sino porque su discurso sigue resonando: en un mundo regido por algoritmos, noticias falsas y superficialidad digital, su advertencia sobre la de-evolución suena más actual que nunca. Devo será uno de los actos estelares del festival Cruel World, a celebrar el 17 de mayo en el Rose Bowl en Pasadena, California.