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Paul McCartney impactó en el Estadio Monumental de River Plate

El Estadio Monumental de River Plate fue testigo de un evento histórico el 5 de octubre de 2024, cuando Paul McCartney, una de las leyendas vivas del rock, se presentó en Buenos Aires como parte de su gira mundial. Durante casi tres horas y 37 canciones, McCartney llevó al público por un viaje emotivo a través de su prolífica carrera, con momentos que repasaron tanto su etapa con The Beatles como su época con Wings y su destacada trayectoria solista.
El show comenzó puntualmente a las 21:00 horas, con las luces del estadio apagándose para dar paso a un impresionante video introductorio que recorría la vida y obra de McCartney. Las imágenes comenzaron con sus inicios en la música, recordando los días de los Quarrymen, la formación de The Beatles y su influencia global en la cultura pop. A medida que el video avanzaba, los fanáticos fueron transportados a momentos icónicos de su carrera, culminando con imágenes del mítico concierto en la azotea de Abbey Road.
El poder de la nostalgia beatle: los clásicos de una leyenda
El arranque musical no se hizo esperar, y Paul McCartney junto a su talentosa banda abrieron el show con un enérgico “Can’t Buy Me Love”, uno de los primeros grandes éxitos de The Beatles. Desde ese momento, el público entró en una especie de trance, entregado por completo al artista que no dejó de sorprender durante toda la noche. A lo largo de la velada, McCartney intercaló éxitos de diferentes épocas, desde clásicos beatle como “Got to Get You Into My Life”, “Blackbird” y “Hey Jude”, hasta himnos de Wings como “Let Me Roll It” y “Live and Let Die”.
Cada una de las canciones fue acompañada por una espectacular puesta en escena, con pantallas gigantes a los costados del escenario, parrillas de luces móviles y efectos visuales que complementaron la energía de cada tema. La pantalla trasera se iluminó con visuales coloridos e hipnóticos que transformaron la escenografía, añadiendo una dimensión adicional a la experiencia visual del concierto.
Paul McCartney y su conexión especial con el público argentino
El público argentino, conocido por ser uno de los más apasionados del mundo, respondió a cada momento con ovaciones, cánticos y una energía inagotable. McCartney, consciente de la conexión especial que tiene con sus fanáticos en Argentina, interactuó constantemente con la audiencia, hablando en español en varias ocasiones. “Estoy muy feliz de volver a verlos, esta vez voy a tratar de hablar español un poquito”, dijo con una sonrisa, provocando aplausos y gritos de admiración.
La relación entre McCartney y su público fue uno de los puntos más destacados de la noche. A lo largo del concierto, el artista compartió anécdotas personales, dedicó canciones a su esposa Nancy Shevell, presente en el estadio, y rindió emotivos tributos a sus compañeros de The Beatles, John Lennon y George Harrison. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando interpretó “Something” en ukelele, recordando la amistad y el legado de Harrison, mientras las pantallas mostraban imágenes del guitarrista fallecido.
Momentos icónicos: el homenaje a John Lennon y el estreno de «Now and Then»
Uno de los instantes más esperados y emotivos de la noche fue el homenaje a John Lennon. Durante la interpretación de “I’ve Got a Feeling”, la voz de Lennon apareció en la grabación original, creando un dueto virtual entre ambos, lo que llevó a McCartney a comentar: “Es especial cantar con John otra vez”. El homenaje no se detuvo allí, ya que también dedicó “Here Today” a su amigo y compañero de banda, con quien compartió los años más importantes de su carrera.
La gran sorpresa de la noche fue la interpretación de “Now and Then”, una canción inédita de The Beatles, recientemente lanzada y que había sido presentada en vivo por primera vez unos días antes en Montevideo. Este tema, fruto de una colaboración póstuma entre Lennon, McCartney y George Harrison, causó una gran emoción en el público, que se deleitó con la idea de escuchar una nueva canción de la banda más icónica de todos los tiempos.
Un espectáculo visual deslumbrante
El show de McCartney no solo fue una experiencia musical inolvidable, sino también un despliegue visual de primer nivel. La escenografía fue tomando diferentes formas a medida que avanzaba el concierto, con juegos de luces que acompañaron la intensidad de cada canción. “Live and Let Die”, uno de los momentos más impactantes de la noche, incluyó una impresionante secuencia de pirotecnia y llamaradas que iluminaron el cielo sobre el estadio, mientras el público vibraba con la potencia de la interpretación.
Otro de los momentos visuales más recordados fue la interpretación de “Blackbird”. En medio de la canción, McCartney fue elevado por una plataforma sobre el escenario, mientras las luces simulaban un cielo estrellado, creando una atmósfera casi mágica que emocionó profundamente a los presentes.
El cierre perfecto: «Hey Jude» y la despedida de Paul McCartney
El concierto llegó a su punto culminante con el clásico “Hey Jude”, una de las canciones más icónicas de The Beatles. El estadio entero cantó al unísono, con miles de fanáticos levantando carteles con corazones celestes y blancos, creando un mosaico conmovedor que fue la imagen perfecta para cerrar una noche épica.
Pero McCartney aún tenía más para dar. Tras despedirse brevemente, regresó al escenario ondeando la bandera argentina y la del orgullo LGBTIQ+, recibiendo una ovación ensordecedora del público que lo aclamaba al grito de “Dale campeón”. La noche terminó con una poderosa interpretación del medley final de “Golden Slumbers”, “Carry That Weight” y “The End”, mientras una lluvia de papeles celestes y blancos caía sobre el escenario, dejando una imagen imborrable en la memoria de los asistentes.
El legado de Paul McCartney: una leyenda que sigue creciendo
El concierto de Paul McCartney en Buenos Aires fue mucho más que un show, fue una celebración de la música, de la historia y del legado de uno de los artistas más grandes de todos los tiempos. A sus 82 años, McCartney demostró que sigue teniendo la energía, el carisma y el talento que lo convirtieron en una leyenda, y que su música sigue siendo tan relevante y poderosa como siempre.
Con cada canción, cada anécdota y cada tributo, McCartney reafirmó su lugar en la historia de la música, dejando claro que, aunque los años pasen, su legado continuará creciendo y su conexión con el público seguirá siendo tan fuerte como el primer día. La gira de Paul McCartney continúa con más fechas programadas, incluyendo su próximo concierto en el Estadio Kempes de Córdoba el 23 de octubre.












