En un hito que quedará grabado en la memoria de los fanáticos sauditas y de la música en general, Metallica, la icónica banda liderada por James Hetfield, cerró su año con un épico concierto en Arabia Saudita. El escenario fue el festival Soundstorm, que se llevó a cabo en la capital, Riad.
La excusa de Metallica para llevar su impresionante gira «M72» a este rincón del mundo fue más allá de la música. La banda, que llevaba consigo el flamante disco «72 Seasons», eligió participar en un país que ha estado dando pasos graduales hacia la apertura global y la liberalización de ciertos aspectos de su sociedad. Aunque aún persisten desafíos en cuestiones como los derechos de las mujeres, la libertad de expresión y la libertad de culto, el evento marcó un avance cultural significativo.
El anuncio de la participación de Metallica en el festival Soundstorm de Riad fue recibido con entusiasmo por parte de la banda y sus seguidores. En un comunicado, expresaron: «Tenemos la increíble oportunidad de tocar en un festival en el que somos nuevos y en una parte del mundo que raramente podemos visitar. Estamos emocionados de anunciar que seremos la primera banda de rock en tocar en el festival Soundstorm de Riad, Arabia Saudita».
El concierto en Riad no solo marcó un hito para Metallica como la primera banda de rock en actuar en este escenario saudita, sino que también simbolizó la conexión entre la potencia del rock y la apertura cultural. La música, como lenguaje universal, trasciende barreras y fronteras, y Metallica llevó su mensaje sonoro a un público ávido de experiencias musicales en vivo.
Durante la presentación, Metallica hizo vibrar a la audiencia con un setlist que incluyó 16 canciones memorables. Como regalo para sus seguidores, la banda compartió el video completo de una de sus interpretaciones más destacadas en Riad: «The Unforgiven». Este gesto permitió que los fanáticos de todo el mundo, que no pudieron estar presentes físicamente, se sumergieran en la energía única de este histórico concierto.
El evento no solo fue un logro para Metallica sino también un paso significativo para la escena musical en Arabia Saudita, abriendo las puertas a futuras actuaciones de artistas internacionales. Aunque el país aún enfrenta desafíos en materia de derechos y libertades, eventos como este marcan el inicio de una nueva era cultural, donde la música se erige como un puente entre culturas y una fuerza para el cambio.
En definitiva, Metallica no solo hizo temblar Riad con su poderoso sonido, sino que también dejó una marca imborrable en la historia musical de Arabia Saudita, recordándonos una vez más el impacto duradero que la música puede tener en la construcción de puentes y la superación de barreras.